La ópera en tiempos de televisión

 
Ópera en Argentina estuvo presente en el ensayo de Perfect Lives, la ópera de Robert Ashley que se presentará el 13 y 14 de agosto en el marco del primer Festival de Ópera de Buenos Aires, iniciativa del CETC (Centro Experimental del Teatro Colón).

Noelia Pirsic para Ópera en Argentina

 

Ópera en Argentina estuvo presente en el ensayo de Perfect Lives, la ópera de Robert Ashley que se presentará el 13 y 14 de agosto en el marco del primer Festival de Ópera de Buenos Aires, iniciativa del CETC (Centro Experimental del Teatro Colón).

Es domingo a la tarde en Buenos Aires. Llueve. La población porteña se divide entre los que están reunidos en confiterías y los que miran la lluvia por la ventana del departamento. Un grupo de siete u ocho extranjeros deciden aprovechar el día e ir a hacer la visita guiada del Teatro Colón y esto es lo que encuentran: en el salón principal, ensayan Daniel Baremboim y Marta Argerich para su concierto de las cinco de la tarde; en el subsuelo están preparando la ópera contemporánea Don Juan; y en el Salón Dorado, Mike Amigorena canta en inglés al piano. En breve irrumpirá la brigada antiexplosivos de la Policía Federal Argentina con un perro anaranjado y linternas, y Lolo y Lauti le pedirán hacerse una foto con ellos.

Lolo y Lauti son los puestistas de “Perfect Lives”, del estadounidense Robert Ashley, una de las seis obras de ópera contemporánea que se presentarán desde el  5 hasta el 14 de agosto en distintas salas de la ciudad de Buenos Aires en el marco del primer Festival de Nueva Ópera Argentina. “Los directores del festival  nos convocaron para que hagamos este título, nosotros no estábamos metidos en el género pero cuando vimos la obra, nos volvimos locos”, afirman. De fondo, la voz grave de Amigorena es acompañada por Alejandro Franov en el piano y Aldo Benitez haciendo efectos sonoros. “Nos gustó la obra porque tenía muchos elementos televisivos, pero es la primera vez que hacemos un material que no es nuestro, y es un desafío porque es también una obra muy particular”.

Durante el ensayo predomina la ornamentación dorada propia del Teatro Colón, pero el dúo de artistas ya tiene planeado el componente escénico: habrá dos performers, repartirán televisores por toda la sala, agregarán iluminación extra a las conocidas arañas que cuelgan del techo y cada espectador deberá acomodarse a sí mismo con su silla dentro del espacio.

“Lo que pasa con el Salón Dorado es que está lleno de signos. Buscamos incluir elementos que generen cierta incomodidad, tensión”. Ni bien Lolo termina esa frase, ingresa en silencio la brigada antiexplosivos. El perro anaranjado pasa por debajo del piano, huele los rincones, los oficiales caminan alrededor de los intérpretes con la mirada clavada en la alfombra roja. Los chicos los convencen de hacerse una foto con ellos: “No sé qué estaban buscando, pero ¡que increíble que justo se aparezcan acá!”, se ríen.

“La obra de Ashley se pregunta qué significa ahora la ópera, en comparación con la televisión. De repente uno tiene una identificación con la tele, que no tiene con una obra lírica del siglo XIX – explica Lolo-. Lo que plantea Ashley tiene un enfoque contemporáneo: trata el tema de la recepción. Nosotros trabajamos mucho también con eso. Nos preguntamos por la experiencia del espectador: lo que uno hace mientras ve algo. ¿Qué se puede hacer en el Colón? ¿Qué no esperarías hacer?”.

La ópera original compuesta y escrita para televisión por Robert Ashley en 1984 consta de siete capítulos de media hora cada uno, pero solo se representarán tres en esta ocasión. Tiene como protagonistas a dos músicos: “R”, un cantante de cierto renombre –interpretado por Amigorena- y Buddy, “el mejor pianista del mundo” -a cargo de Franov-, que se presentan juntos en una localidad del Medio Oeste de Estados Unidos y terminan cometiendo un “crimen perfecto” junto con dos personas del pueblo: deciden sustraer una gran cantidad de dinero del banco por un día –solo un día- y avisarle a todo el mundo que la plata ya no estaba.

“La arquitectura de La Scala no significa nada para nosotros”, dijo Ashley a su biógrafo Kyle Gann, “nosotros nos quedamos en casa y miramos televisión”.  El dúo de artistas tuvo esto en cuenta a la hora de hacer la puesta en escena: “Nuestra idea en principio era que solo se pudiera ver la ópera por televisión pero finalmente decidimos poner televisores en la sala. Algunas partes de lo que pasa van a verse en vivo por esas pantallas. También habrá visuales hechas por BásicaTV, ganadores del último ArteBA”.

El ensayo de hoy ya terminó. Duró una hora: “igual que en la tele”, bromea Amigorena.

Con Perfect Lives, Lolo y Lauti debutan como puestistas de ópera. “¡Ojalá hagamos más óperas! Tenemos ganas” –exclaman entusiasmados. “No es lo mismo ver una ópera tradicional como Don Giovanni que verla en el momento en que se escribió, pero aún así,  hoy por hoy funciona tan bien como Martín Bossi”, señala Lauti y recuerda: “Este año fuimos a ver Don Giovanni, y en el aria de Leporello, que explica que a Don Juan le gustan las rubias, morochas, jóvenes y también las ancianas,  de repente ¡el Colón entero estalló de la risa!”.

Ficha técnica:

Perfect Lives de Robert Ashley

Se presenta en el Salón Dorado del Teatro Colón el 13 de agosto a las 17 hs, y el 14 de agosto a las 19:30 hs.

DIRECCIÓN MUSICAL Miguel Galperin

PUESTA EN ESCENA Lolo y Lauti

CON MIKE AMIGORENA
LOCUCIÓN Marcela Feudale

PIANO Alejandro Franov

SAMPLES Aldo Benítez

PERFORMERS Jair Jesús Toledo y Juan Renau

VESTUARIO Maximiliano Patko

ESCENOGRAFÍA Julieta Ascar

ASISTENTE DE ESCENOGRAFÍA Rina Gabe

VIDEO BásicaTV

PRODUCCIÓN Clara Caputo

ASISTENCIA Gonzalo Biderman

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